La calabaza es la gran desconocida en la cocina, su sabor dulce resulta un contraste delicioso, se puede preparar al horno, a la plancha, en guisos, en purés o para repostería.
Esta hortaliza destaca sobretodo por su alto contenido en potasio y su escaso aporte de sodio, por lo que su consumo resulta beneficioso en relación con la hipertensión. Es rica en vitamina C, con una ración se cubre un 31% de las recomendadas diarias, y rica en vitamina A que contribuye a proteger la piel y la visión. La alta presencia de antioxidantes nos ayuda a proteger el sistema inmune, tan necesario siempre, pero sobretodo en las estaciones frías. Y su rico contenido en fibra ayuda en la prevención del estreñimiento y de enfermedades cardiovasculares.